Desgaste


Comentarios

  1. me muero por un rato si eso es lo que dibujabas a mano en la Biblio Walsh aquel sábado.
    Igual si no lo es, o es parecido, SOS GROSO!!!!

    ResponderEliminar
  2. este lo estab haciendo en casa....el otro era una especie de esto..pero no llegaba mas!

    ResponderEliminar
  3. Todo comienza en una sombra
    que perdió su antiguo espacio
    donde solían llamarla
    la sombra de algo.

    Por más que el pájaro
    caiga contra el viento,
    todo acaba en la sombra
    que se derrama entre el papel.

    Leve, muy triste
    una sombra que se pierde
    antes que la mano siquiera
    conozca ese piso
    donde la caras sin comedia ni tragedia
    ignoran el rastro de un pasado.

    Uno tras otro
    ese cuerpo –corpóreo-
    ¿Descorporizado?
    Ausente incluso
    del lápiz que lo dejo así,
    manco y cojo
    sin aliento
    y desgastado.

    Sigo las ordenes,
    dedos de garfio,
    dedo en llamas
    más allá que parezca ceniza
    apagada de colores.
    Tu dedo, cruel,
    que ata la sombra,
    la marca, ahí,
    en ese piso
    blanco y etéreo,
    la sombra que cambia,
    se amolda a un cuerpo,
    que no puede ser el de antes.

    Todo empezó en la sombra,
    la oscuridad de un fondo blanco,
    lo oculto detrás de lo sin forma,
    porque ahí se cayó una sombra,
    donde nacieron incluso
    trazos sin big bang de por medio,
    simplemente,
    el dibijo que se gasta y es otro,
    pendiente de esa sombra,
    que lo ata,
    que me ata,
    que me acaricia,
    mientras escribo
    sin luces en la pieza,
    con sombras entre los dedos.

    ResponderEliminar
  4. Pablo el libro nos queda cerca..jjaja ya vamos a activar..:)

    ResponderEliminar
  5. Son dos piezas impecables.No me extraña.Muy bueno.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario