Todo comienza en una sombra que perdió su antiguo espacio donde solían llamarla la sombra de algo.
Por más que el pájaro caiga contra el viento, todo acaba en la sombra que se derrama entre el papel.
Leve, muy triste una sombra que se pierde antes que la mano siquiera conozca ese piso donde la caras sin comedia ni tragedia ignoran el rastro de un pasado.
Uno tras otro ese cuerpo –corpóreo- ¿Descorporizado? Ausente incluso del lápiz que lo dejo así, manco y cojo sin aliento y desgastado.
Sigo las ordenes, dedos de garfio, dedo en llamas más allá que parezca ceniza apagada de colores. Tu dedo, cruel, que ata la sombra, la marca, ahí, en ese piso blanco y etéreo, la sombra que cambia, se amolda a un cuerpo, que no puede ser el de antes.
Todo empezó en la sombra, la oscuridad de un fondo blanco, lo oculto detrás de lo sin forma, porque ahí se cayó una sombra, donde nacieron incluso trazos sin big bang de por medio, simplemente, el dibijo que se gasta y es otro, pendiente de esa sombra, que lo ata, que me ata, que me acaricia, mientras escribo sin luces en la pieza, con sombras entre los dedos.
brillante!
ResponderEliminarGrax anonimo!!!
ResponderEliminarme muero por un rato si eso es lo que dibujabas a mano en la Biblio Walsh aquel sábado.
ResponderEliminarIgual si no lo es, o es parecido, SOS GROSO!!!!
este lo estab haciendo en casa....el otro era una especie de esto..pero no llegaba mas!
ResponderEliminarTodo comienza en una sombra
ResponderEliminarque perdió su antiguo espacio
donde solían llamarla
la sombra de algo.
Por más que el pájaro
caiga contra el viento,
todo acaba en la sombra
que se derrama entre el papel.
Leve, muy triste
una sombra que se pierde
antes que la mano siquiera
conozca ese piso
donde la caras sin comedia ni tragedia
ignoran el rastro de un pasado.
Uno tras otro
ese cuerpo –corpóreo-
¿Descorporizado?
Ausente incluso
del lápiz que lo dejo así,
manco y cojo
sin aliento
y desgastado.
Sigo las ordenes,
dedos de garfio,
dedo en llamas
más allá que parezca ceniza
apagada de colores.
Tu dedo, cruel,
que ata la sombra,
la marca, ahí,
en ese piso
blanco y etéreo,
la sombra que cambia,
se amolda a un cuerpo,
que no puede ser el de antes.
Todo empezó en la sombra,
la oscuridad de un fondo blanco,
lo oculto detrás de lo sin forma,
porque ahí se cayó una sombra,
donde nacieron incluso
trazos sin big bang de por medio,
simplemente,
el dibijo que se gasta y es otro,
pendiente de esa sombra,
que lo ata,
que me ata,
que me acaricia,
mientras escribo
sin luces en la pieza,
con sombras entre los dedos.
Pablo el libro nos queda cerca..jjaja ya vamos a activar..:)
ResponderEliminarSon dos piezas impecables.No me extraña.Muy bueno.
ResponderEliminargracias Yae!
ResponderEliminar¡¡¡Eio qué maravilla!!!
ResponderEliminargracias pato!
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